3/9/08

Aprender a fluir


Cuentan que el príncipe Shiddhartha después de abandonar el palacio en el que había vivido con todos los lujos paso una larga etapa de su vida con extremas practicas de ascetismo buscando la iluminación.

Hasta que un día, cuando llevaba ya días sin comer ni beber agua, cuando se encontraba ya por desfallecer, escucho a un maestro que estaba enseñándole a una niña a tocar la cítara , le dice que si la cuerda esta muy floja no suena, pero si esta se encuentra muy tensa se rompe, la cuerda debe estar en su justa tensión para que pueda dar música y armonía; y en ese momento el buda comprendió el camino del medio, que tanto el ascetismo extremo como la vida de placeres del palacio eran dos extremos y que la verdad se hallaría en el justo medio.

Comió y se puso a meditar bajo un árbol y en ese momento encontró la iluminación.
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