28/5/09

La busqueda de la Felicidad


En cierta ocasión se reunieron todos los dioses y decidieron crear al hombre y la mujer; planearon hacerlo a su imagen y semejanza.

Entonces uno de ellos dijo: esperad, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra, debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de no ser así, estaremos creando nuevos dioses. Debemos quitarles algo, pero, ¿qué les quitamos?
Después de mucho pensar uno de ellos dijo: ¡ya se!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que no la encuentren jamás.

Propuso el primero: vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo; a lo que inmediatamente repuso otro: no, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está. Luego propuso otro: entonces vamos a esconderla en el fondo del mar, y otro contestó: no, recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien va construir una esquina por la que pueda entrar y bajar y entonces la encontrará. Uno más dijo: escondámosla en un planeta lejano a la Tierra. Y le dijeron: no, recuerda que les dimos inteligencia, y un día alguien va construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad y serán iguales a nosotros.
El último de ellos, era un dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás dioses, analizó en silencio cada una de ellas y entonces rompió el silencio y dijo: creo saber donde ponerla para que realmente nunca la encuentren, todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono: ¿dónde?

La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.

Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.

22/5/09

Triunfar en la vida


Un triunfador es parte de la solución
Un perdedor es parte del problema
Un triunfador dice debe haber una forma mejor de hacerlo
Un perdedor dice esta es la forma en que siempre lo hemos hecho, no hay otra
Cuando un triunfador comete un error dice me equivoque y aprende la lección
Cuando un perdedor comete un error dice no fue culpa mía y responsabiliza a otros
Un triunfador sabe que la adversidad es el mejor de los maestros
Un perdedor se siente victima durante las adversidades
Un triunfador sabe que el resultado de las cosas depende de si mismo
Un perdedor cree que existe la mala suerte
Un triunfador en frente los desafíos uno a uno
Un perdedor rodea los desafíos y no se atreve a intentar
Un triunfador se compromete, da su palabra y la cumple
Un perdedor hace promesas, no se pone manos a la obra, y cuando falla sólo se sabe justificar
Un triunfador dice, soy bueno, pero puedo mejorar
Un perdedor dice, no soy tan malo como otros
Un triunfador sabe escuchar, comprende y responde
Un perdedor interrumpe y no espera que llegue su momento de hablar
Un triunfador respeta a aquellos que saben más y se preocupa en aprender algo de ellos
Un perdedor se resiste a todos los que saben más y sólo se fija en sus defectos
Un triunfador consigue ver el bosque en su totalidad
Un perdedor se fija solo en el árbol que le toca plantar
Un triunfador se siente responsable por algo más que por su trabajo
Un perdedor no se compromete y siempre dice, hago mi trabajo y ya es bastante
Un triunfador trabaja mucho y dedica mas tiempo para si mismo y los demás
Un perdedor está siempre muy ocupado o muy cansado y no tiene tiempo para los suyos

Y tú, con cual te identificas? Piénsalo bien antes de responder. Si no usas tu sabiduría para crear cambios positivos sigues siendo parte del problema, no de la solución.



19/5/09

Laughing yoga

Este es un vídeo de Laughing yoga, el yoga de la risa, para que no nos tomemos las cosas tan en serio.

18/5/09

Kabir


¡Qué maravilloso loto es, ese que florece en el corazón de la rueda girante del universo! Sólo unas pocas almas puras conocen su auténtica delicia. Hay música todo a su alrededor, y allí el corazón comparte la alegría del Mar Infinito. Kabir dice: “Sumérgete en el Océano de la Dulzura: así dejarás que los errores de la vida y la muerte se vayan”. Allí desaparece la pulsión rítmica de la vida y la muerte: mana el embeleso, y todo el espacio está radiante de luz. Allí oirás la Música jamás tocada; es la música del amor de los tres mundos. Allí millones de luminarias de sol y luna están ardiendo; Allí resuenan canciones de amor, y la luz llueve a torrentes; y el adorador se extasía en la degustación del néctar celestial.


Mira por encima de la vida y la muerte; no hay separación entre ellas. He bebido de la copa de lo Inefable, he encontrado la clave del Misterio, he alcanzado la Raíz de la Unión. Viajando sin camino, he llegado a la Tierra Sin Dolor: con qué facilidad he recibido la misericordia del Señor. Había oído que era infinito e inalcanzable: pero en mis meditaciones Le visto sin la vista. Esta es sin duda la tierra sin dolor, y nadie conoce el camino que lleva allí: sólo aquel que está en ese camino ha trascendido con seguridad todo dolor. ¿Puede alguna palabra expresar su maravilloso sabor? Aquel que lo ha saboreado una vez, conoce la alegría que puede dar. Kabir dice: “Al conocerlo, el ignorante se hace sabio, y el sabio se queda sin habla, el adorador está absolutamente embriagado, su sabiduría y su desapego son perfectos; él bebe de la copa de la respiración del amor”.


Allí el cielo entero se llena con sonido, y esa música se toca sin dedos y sin cuerdas; Kabir dice: “ Si sumerges tu vida en el Océano de la Vida, encontrarás tu vida en la Tierra Suprema de la Beatitud”. ¡Qué arrebato de extasis hay en cada hora! y el adorador se apresura en beber la esencia de las horas: él vive en la vida de Brahma. Allí el cielo se llena con música: allí llueve néctar: allí tintinean las cuerdas del arpa, y los tambores resuenan.


¡Qué esplendor secreto hay allí, en la mansión del cielo! Allí no se menciona la salida ni la puesta del sol; en el océano de la manifestación, que es la luz del amor, el día y la noche se sienten como uno solo. ¡Alegría para siempre, nada de penas,-nada de luchas! Allí he visto alegría llena hasta el borde, alegría perfecta; Allí no hay lugar para el error. El cielo interior y el exterior se han hecho uno solo, el Infinito y lo finito están unidos: me siento ebrio con la visión de Todo esto! Esta luz Tuya llena el universo: la lámpara del amor que arde sobre la bandeja del conocimiento. La región del cielo donde el espíritu mora está radiante con la música de luz; allí donde la música pura y blanca florece, mi Señor encuentra su delicia. En el portentoso fulgor de cada pelo de Su cuerpo, se pierde el brillo de millones de soles y lunas. En esa orilla hay una ciudad en la que diluvia lluvia de néctar, y nunca cesa.


¡Oh corazón mío! el Espíritu Supremo, el Gran Maestro, está cerca de tí: ¡despierta, oh, despierta! Corre a los pies de tu Amado: tu Señor está de pié cerca de tu cabeza. Ya has dormido durante edades sin número; ¿no vas a despertarte esta mañana? ¿Donde está el lugar que calmará la sed del alma? No lo encontrarás en ese vacío de ahí fuera. Sé fuerte, y entra dentro de tu propio cuerpo, porque ahí tu paso es firme. Considéralo bien, ¡oh corazón mío!, no vayas a ningún otro sitio. Kabir dice: “ Desecha todas las imaginaciones, y permance fiel en lo que tú eres”.


Cuando llegó el Día... el Día por el que yo había vivido y muerto... el Día que no está en ningún calendario... nubes preñadas de amor diluviaron sobre mí con impetuosa abundancia. En mi interior, mi alma estaba empapada. Alrededor mío, hasta el desierto había reverdecido. ¿Qué clase de Dios sería El si El no oyera el tintineo de las pulseras en la muñeca de una hormiga, mientras ellas mueven tierra en su dulce danza? ¿Y qué clase de Dios sería El si la plegaria de una hoja no fuera tan preciosa a la creación como la oración que su propio Hijo cantó desde la gloriosa profundidad de su alma... por nosotros? ¿Y que clase de Dios sería El si el voto de millones en este mundo pudiera hacerle cambiar la divina ley del amor que tan claramente habla con la lengua elegante de la compasión diciendo, eternamente diciendo: todos están perdonandos... es más, queridos míos, ninguno ha sido jamás culpable?.


¡Lánzate a la experiencia mientras estás vivo! Piensa... y piensa... mientras estás vivo: Lo que llamas “salvación” pertenece al tiempo antes de la muerte. Si no rompes tus sogas mientras estás vivo, ¿acaso crees que los fantasmas lo harán despues? La idea de que el alma se reunirá con el éxtasis sólo porque el cuerpo se ha podrido... no es más que fantasía. Lo que encuentres ahora es lo que encontrarás despues. Si ahora no encuentras nada, simplemente terminarás con una habitación en la Ciudad de los Muertos. Si ahora haces el amor con la divinidad, en la próxima vida tendrás cara de deseo satisfecho. Así que sumérgete en la verdad, encuentra quien es el Maestro, ¡cree en el Gran Sonido! Kabir dice: “Cuando se busca al invitado, es la intensidad de esa búsqueda la que hace todo el trabajo. Mírame y verás a un esclavo de esa intensidad.”


Kabir - Poeta místico de la India del siglo XV.

13/5/09

El Poder del ahora

Preciosas frases del libro El poder del ahora, cuya lectura recomiendo. No es un libro más de autoayuda, pues contiene un gran mensaje espiritual.

9/5/09

La Gran Invocación


La Gran Invocación es una poderosa oración de la Nueva Era.
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7/5/09

Gayatri Mantra

Seguro que lo habeis escuchado en las clases. Gayatri mantra, interpretado con una música preciosa por Deva Premal.

1/5/09

Los cuatro elementos

Sé tierra, dijo el Maestro. La tierra recibe las deyecciones de hombres y animales y esto no le molesta. Muy al contrario, transforma las impurezas en abono y fertiliza el campo.

Sé agua, dijo el Maestro. El agua se limpia a sí misma y limpia todo aquello que toca. Sé agua en torrente.

Sé fuego, dijo el Maestro. El fuego hace que la madera se transforme en luz y calor. Sé el fuego que quema y purifica.

Sé viento, dijo el Maestro. El viento esparce las simientes sobre la tierra, hace que el fuego arda con más vigor y empuja las nubes para que el agua caiga sobre todos los hombres.

Si tienes la paciencia de la tierra, la pureza del agua, la fuerza del fuego y la justicia del viento, entonces eres libre.


"No es el martillo el que horada la piedra, sino el agua con su danza y su canción"


R. Tagore

Rabindranath Tagore nació en Calcuta, gran poeta, novelista y músico, recibió el premio Nobel de literatura en 1913.