"En el centro profundo de mi ser hay una fuente de amor infinita, ahora dejo que ese amor fluya a la superficie, que me llene el corazón, el cuerpo, la mente, la conciencia y la totalidad de mi ser, y que desde mí irradie en todas direcciones y vuelva a mí multiplicado."
Yo empiezo cada día con esta maravillosa oración de Luise L. Hay, llenándome con la poderosa energía del amor. Después envio esta energía a mi familia, a las personas con las que voy a relacionarme, a mi casa, a mi trabajo. Lleno todo mi mundo de amor y bendigo todo mi mundo con amor.
Os invito a que lo probeis durante unos días, y podréis comprobar lo que sucede.
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