Hay que decir que el estrés no es siempre negativo. En realidad, es una respuesta fisiológica necesaria cuando recibimos una amenaza. Tomemos el ejemplo de un extraño persiguiéndonos por una calle oscura y poco transitada; cuando percibes el peligro, el cuerpo responde activando el sistema nervioso simpático, también conocido como la respuesta “lucha o huye”, y te proporciona un estado de máxima alerta, preparándote para responder a la amenaza.
Pero cuando el cuerpo accede a este estado habitualmente y sin necesidad de ello, día tras día, la salud se deteriora.
El estrés crónico puede interferir en la digestión, sueño, libido, fertilidad y más.¿Qué estrategias podemos adoptar? ¿Cómo hacer callar esa voz que te dice que tienes muchas cosas que hacer y poco tiempo para hacerlas?.
Las tensiones de la vida son absorbidas por el cuerpo y lo moldean, dándole formas características como hombros redondeados (cargado de hombros, abdomen tenso y pecho hundido. Con un apoyo correcto, las posturas de yoga ayudan a enderezar los hombros, relajar el abdomen y elevar el esternón. Gradualmente, esta libertad postural se vuelve habitual y el cuerpo conserva la sensación de alivio durante las actividades diarias.
La practica pasiva de posturas relajantes complementa la práctica activa y, por tanto, deben practicarse con regularidad posturas reconstituyentesUna propuesta es un periodo de relajación de cinco a diez minutos al día, todos los días, en Savasana ( es la relajación que se hace al final de cada sesión).
La Savasana es una postura central en la práctica del Yoga, además puede hacerse con muy poco esfuerzo. Podemos practicar Savasana a primera hora, a medio día o antes de cenar. Considera la práctica de la Savasana como un regalo que te haces, para ti, tu familia y el mundo.
Una persona descansada y equilibrada puede tomar decisiones que afecten el mundo de forma positiva.