14/5/10

El dinero como poder vital


No hay que rechazar ascéticaente el poder del dinero, los medios que proporciona y los objetos que brinda, ni tampoco apegarse tanto a él que llegue a esclavizarnos por medio de sus gratificaciones. Simplemente se trata de considerar a la riqueza como un poder que es necesario restituir a la Madre para ponerlo a su servicio.
Toda la riqueza pertenece a lo Divino y quienes la poseen son custodios, no poseedores. Hoy está con ellos; mañana estará en cualquier otra parte. Todo depende de cómo se desprenden de esta riqueza puesta en sus manos, con qué espíritu, con qué conciencia hacen uso de la misma, con qué fines.
Respecto del uso personal del dinero, debemos considerar cuanto poseemos, adquirimos o conservamos, como perteneciente a la Madre. Exijamos nada; aceptemos lo que recibimos de ella y utilicémoslo para aquello para lo cual nos fue dado. Seamos absolutamente desprendidos, absolutamente escrupulosos,exactos, cuidadosos con todos los detalles, seamos buenos guardianes y custodios de las riquezas que se nos entregan; pensemos siempre que son bienes de la Madre y que, por tanto, no nos pertenecen.
La verdad que se encuentra detrás de la generosidad es el movimiento de las fuerzas que se propagan. Uno debe tener el poder de acumular con el fin de tener el poder de propagar. Si tienes sólo uno de los dos, eso es causa de desequilibrio.
El dinero no está hecho para hacer dinero. Esta idea de que el dinero debe hacer dinero es una falsedad y una perversión. El dinero está hecho para incrementear la riqueza, la prosperidad y la productividad de un grupo, un país, o mejor, de toda la tierra. El dinero es un recurso, una fuerza, un poder, y no un fin en sí mismo. Y como todas las fuerzas y todos los poderes, es mediante el movimiento y la circulación como crece e incrementa su poder, no mediante la acumulación y el estancamiento.
Así, la primera cosas por hacer cuando uno tiene el dinero, es darlo. Pero se dice que no debe ser dado sin discernimiento. Debes actuar de forma sátwica (en equilibrio), esto es, hacer el mejor uso posible del dinero que se pueda. Y verdaderamente el dinero no tiene valor a menos que circule. Para todos y cada uno, el dinero es valioso sólo cuando uno lo ha gastado.
Enseñanzas de Sri Aurobindo
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