Mientras uno no se compromete, existe vacilación, existe la posibilidad de echarse atrás. Con respecto a todos los actos de la iniciativa (y la creación), existe una verdad elemental cuya ignorancia mata innumerables ideas y espléndidos planes. Dicha verdad es que en el momento en que uno decide comprometerse, también la Providencia empieza a actuar.
Suceden, entonces, todo tipo de cosas que de otra manera jamás habrían sucedido. De esa decisión parten un torrente de acontecimientos, todo tipo de incidentes, ayudas materiales y encuentros imprevistos, cosas que ninguna persona habría soñado que le ocurrieran.
Hagas lo que hagas o sueñes lo que sueñes, comiénzalo ya.
La audacia conlleva genio, poder, magia.
No lo demores.
Goethe
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